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sábado, 13 de septiembre de 2014

Capitulo #6 Invitación, príncipe y castillo

Las Piratas

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–Solo es una mandona suerte que no es la capitana del barco– dijo Lynn también entre risas que aun intentaba suprimir.
–Esa engreída no me cae nada bien desde el principio, y cuando corto a Lili me cae mucho peor– Dijo Rocio mientras aun sin subir al barco a cambiarse
–Eso lo sabemos desde un principio Rocio– Dijeron las tren al mismo tiempo, para comenzar a subir al barco a cambiarse pero algo las hizo detenerse un joven de cabello plateado se acercaba a ellas.

–Joven lamento a verla casi atropellado con mi caballo– dijo un joven con no más de 16 o 17 años todos los que antes murmuraban se quedaron en un silencio sepulcral. El ambienten había cambiado totalmente, tres de las chicas se quedaron viendo esperando la respuesta, que su amiga daría ya que no decía nada solo se quedaba mirando al joven y recordando, todas las palabrotas que le había gritado al joven, por tal accidente.
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Capitulo #6 Invitación, príncipe y castillo

–N…No se preocupe, no fue para tanto– Respondió Rocio aquel joven de cabellos  plateados, y ojos de diferentes colores.
–Pero… es mi culpa espero que me disculpe– el joven parecía muy apenado por lo que él había pasado el rato antes. Su aspecto era como un hijo de aristócratas.
–No paso nada así que no tiene, porque preocuparse además yo me encontraba en su camino, por lo cual no es necesaria la disculpa– Rocio pensaba que el joven la había escuchado todas las cosas que ella había dicho, el solo le dedico una sonrisa mientras se le ocurrió una idea algo loca según él la mejor forma de disculparse.
–Joven dama, me gustaría hacerle una invitación, y espero que usted acepte–  Todas las personas presentes quedaron sorprendida ya que a quien estaba invitando a su “Casa” era una recién llegada, a la ciudad más aun no estaba vestida adecuadamente.
–Pues… lo siento mis amigas y yo acabamos de llegar, y no sabemos nada de esta ciudad además yo no voy a ningún lado sin mis amigas así que rechazo– el chico la interrumpió antes que terminara por rechazar, totalmente y que no querría que su plan se fuera al mar como muchos otros
–Tus amigas y toda su tripulación está invitada claro solo si quieren, además podrán comer todo lo que quieran– todos se miraron unos con otros era una invitación que no podrían rechazar ya que todos estaban hambriento, pero la decisión era de Rocio.
–Ya Rocio no vez que el está haciendo lo posible para que aceptes sus disculpas deja de darle vueltas y acepta de una vez– Lili había hablado se había cansado de ver a su amiga muy indecisa sobre aquella invitación sin dase cuenta que hasta ella misma querría rechazar luego, esa invitación.
–Bien, bien acepto la invitación ¿Y cómo se llama? –  por fin había aceptado ahora solo le faltaba, la casa de tremendo chico, su aura de misterio le llamaba la atención enormemente a Rocio
–Mi nombre es Lysandro ¿Y cuál es el suyo joven dama? – El chico se había presentando, muy tranquilo con una pequeña reverencia, como si estuviera invitando a bailar a la chica frente a él.
–Mi nombre es Rocio… y mis amigas son Lili, Lynn y Amu y los nuevos que se nos unieron, hace poco, Anyu y la hermana gemela de Lili, Lilibeth. Pero ellas dos aun están en el barco junto con los demás– Rocio había respondió presentando a todos, para no dejar a las chicas fuera – ¿Y donde es su casa? – la multitud, de mirones había aumentado.
–Príncipe Lysandro, por fin le encuentro– un chico, que vestía una armadura y tenía el cabello rojo como la sangre, venia llamando a Lysandro ¿Pero había dicho príncipe?
– ¡¿Príncipe?! – dijeron las chicas al mismo tiempo demostrando su gran asombro por aquellas palabras más aun porque no tenían la menor idea de que aquel joven, que casi mata a Rocio literalmente fuera el príncipe ahora entendían las palabras de los ciudadanos, cuando Rocio comenzó a decir las cosas que dijo cuando el chico casi le atropella.
–Pues… Si soy el príncipe, la verdad el segundo príncipe al trono mi hermano mayor es el príncipe heredero, al trono siento no a verles dicho pero es si lo hacía no me habrían aceptado la invitación a casa. – Respondió el joven príncipe a las miradas interrogatorio de las chicas que lo miraban algo dudosa por dios, era el príncipe y que les haya jugado o más bien que no les haya dicho que era el príncipe solo para que aceptaran su invitación para poderse disculpar era demasiado y mas para la que había gritado un momento de palabrotas por decirlo de alguna manera.
–E…Eso quiere decir que tu… casa es…– Rocio aun no se creía que estaba frente al príncipe y que lo había insultado, y que la había invitado al castillo
–Si, si mi casa es el castillo y ya que han aceptado mi invitación así que no la pueden rechazar, ya que eso sería algo descortés– Dijo el príncipe nuevamente para evitar que Rocio o alguna de sus amigas rechazaran, la invitación que antes habían aceptado
–Pero príncipe Lysandro, no puede invitar desconocidos al castillo y usted lo sabe–El joven peli rojo, tenía razón no le dejarían llevar desconocidos así por así pero ya el tenia su plan por lo cual ese pequeño detalle era el que menos le preocupaban lo que aria después de presentar, a sus invitadas delante de sus padres. El rey y la reina eso era lo que más le preocupaba y en lo que pasaría después solo que las recién llegadas no se imaginaban lo que ese príncipe cara bonita tenía en mente.

–Ya lo sé pero sabes, que eso nunca me ah detenido además estuve a punto de matar, a esta linda doncella por lo cual debo disculparme de manera apropiada– gruño Lysandro, quería hacer de las suyas y su “nana” no lo quería dejar aun sabiendo, lo que él tenía en mente.
–Si lo sé pero… usted sabe que tiene más vigilancia desde que lo intento la última vez, además es mi responsabilidad cuidar de su vida y no puede invitar extraños que recientemente conoce, al castillo. – volvió a intentar hacer, desistir el pelirrojo algo que sabía bien que no lograría conseguir si algo tenía el príncipe Lysandro era terquedad, aunque no se comparaba con su amabilidad y claro eso le molestaba muchísimo al pelirrojo pero no podría decir, nada su mejor amigo estaba loco por escapar y cuando tenía una idea no había nada que se la sacara hasta que la cumpliera.
–Bueno ya está decidido nos vamos al castillo– proclamo antes de tomar la mano de Rocio– Usted vendrá conmigo mi bella dama– termino diciendo, casi arrastrando a la chica para que subiera con él a su caballo, ella parecía ida como hipnotizada más atrás, estaban las demás chicas y uno que otro, pirata de su embarcación que ellas mismas habían seleccionado, y se encaminaron al castillo.

Habían pasado como algunos diez minutos, cuando ya se encontraban en la puerta de aquel palacio, era tan grande que desde el puerto se podía ver perfectamente, algunos de los piratas que se quedaron en el barco junto, con Anyu querían ir ya que sería buena idea para robar algo pero su plan se había hecho al mar en cuanto Anyu dijo que se quedaba a vigilar el barco.
– ¡Joven príncipe!–Se escucho una voz, de una chica que venía caminando con mucha elegancia su cabello era muy largo y plateado al igual que el de Lysandro –Te eh buscado, por todas partes ¿dónde estabas cuñadito? – volvió a decir, pasando de un aire formar a uno totalmente confiado ya que no se había dado cuenta, de los demás presentes. Por no decir que los había ignorado completamente ya que su atención estaba puesta en Lysandro.

–Pues estaba en el pueblo, con Castiel buscando unas cosas ¿Por qué me buscaba? –respondió Lysandro
– ¿Planeando de nuevo como escaparte, del reino? – Rosalya entre cerro sus ojos al decir eso Lysandro había intentado escapar hacia unos meses atrás… Por lo cual la vigilancia que tenia había, aumentado considerablemente aunque eso no le preocupaba para nada solo tendría que esperar el momento correcto…
–Por el momento, no además tengo invitadas por si no lo has notado– Cambio el tema para que las presentes no se enteraran de una que otra, travesura que había hecho aun en su posición de príncipe… Así que tendría que dar un pequeño, giro a la conversación. – Y creo que no es correcto, hablar este tipo de cosas delante de mis invitadas. ¿Verdad? – Lysandro sabía muy bien que su cuñada no seguiría, insistiendo ya que todo el mundo quería que el joven príncipe encontrara, una esposa por lo que él sabía muy bien que al sus invitadas ser mujeres, nadie le impediría nada de lo que le dijera, si su madre pondría pretextos si sabe que no son princesas, de algún reino pero aunque no le gustaba mentir era mejor no decirle nada.
Después de todo si no le contaba toda la verdad, no le estaría mintiendo se dispuso a llevar a las chicas que por cierto ya estaban vestidas para la ocasión, hacia un gran salón.




(Desde aquí habla Rocio)
No podía creer lo que estaba viendo ese chico que parecía, un noble era nada más y nada menos que el príncipe después que nos guio a un gran salón yo me arrepentí de estar allí ya que… Me sentía fuera de lugar todo me parecía falso las sonrisas de los sirvientes, pero la sonrisa que mas me llamo la atención por la tristeza, que reflejaba era la de aquel joven príncipe. El parecía ser una alma libre atrapada en una gran jaula llamada castillo y con unas largas cadenas llamadas, obligaciones reales… me mire a mi misma y vi que todo había cambiado un gran y elegante vestido había cambiado, totalmente mi apariencia aunque no solo la mía si no que también la de mis amigas… era extraño vernos tan elegantes y aunque debo admitir que se siente bien no es algo que vaya con nosotras.
Nosotras estamos acostumbradas a pelear por nuestra cuenta pero esta vez es diferente aunque me siento extraña por no decir que me siento bien al lado del príncipe, por más que intento no sentirme así no lo puedo evitar estuve punto desear en cancelada por estar pensando en voz alta pero es que me irrita que me haya casi atropellado pero me alegro que se haya devuelto para disculparse pero eso no cambia, el hecho de qué me siento incómoda, en este vestido...
(De aquí es narración general, puede ser de cualquier personaje)
A Rocío no le preocupaba tanto el paisaje ni la vestimenta que traía más bien le preocupaba aquella triste sonrisa que veían Lysandro pero nos tanto no dijo, nada para no quedar como una chica mal educada aunque en realidad fue criada nacida y criada en una pequeña aldea tenía bastante bien en alto su educación, pero algo de cierto pero a fin de cuentas, se acababa de convertir en una pirata así que Lili al ver la inquietud, de su amiga decidió hablar para distraerla un poco...
– ¿Que, les gustaría hacer? es que me siento un tanto fuera de lugar lo siento príncipe pero creo que es mejor que nos vayamos – era obvio que sus nervios a que su amiga fuera descubierta, ya que su mirada estaba puesta, en el príncipe.
–N...No pueden irse si antes, tomar el té conmigo ya que son mis invitadas, dudo que mi madre se moleste, y mi padre no está pero si eso pasa yo me las arreglo así es que no tienen por qué preocuparse y lo digo de nuevo hicieron una promesa y deben cumplirla o ¿acaso no son unas damas de palabras?– el joven príncipe volvió a ambos dar una melancólica

–Claro que tenemos palabras, pero es que nos sentimos fuera, de lugar aquí y vestidas así- termino diciendo Rocio, dejando un Lysandro con la boca abierta, al igual que ah Lili... – Solo estamos aquí porque su majestad, el príncipe nos invito... y no sabía que era el príncipe por eso acepte, pero nos sentimos muy extrañas de que nos estén sirviendo, como si fuéramos de la realiza– Rocio, había dejado salir todo lo que llevaba en la garganta horas atrás... El joven príncipe la miro detenida a la castaña, la cual corrió la vista a otra, dirección en cuanto la vista del chico se cruzo con la suya.
–No sabía que el vestido, no era de su gusto espero que disculpe eso, se podrán ir en cuanto tomemos el te–el príncipe tenía su plan hecho, y esta vez ni su madre ni su mejor amigo, y guardián lo de tendrían.


La hora del té había pasado, las chicas se habían ido y Lysandro aun estaba sentado en el mismo lugar, donde había tomado, su te por una extraña razón que el desconocía. Las palabras de Rocio lo hacían sentir como un mentiroso, ya que el también se sentía incomodo con esos elegantes trajes...
Pero por más que quisiera decir algo no podía, era el príncipe el cual que aunque no quisiera ya que era su deber, como príncipe pero aunque intentara fingir lo contrario se sentía muy solitario. En ese enorme castillo así que era hora de volver a poner en marcha el plan que hacía meses había intentado.
– ¿Estás bien Rocio? – Lili estaba preocupada, al ver a Rocio mas distraída de lo normal desde que habían salido, de aquel castillo
–Si estoy bien, pero es solo que tengo la impresión de que no, nos podremos deshacer de ese príncipe y no tengo idea de el porqué– Lili no le preocupaba, ya que tenia cierta idea de por qué seria que no se lo podría n quitar de encima, aunque su conclusión no era para nada acertada...

Pasaron varios días las cosas con las chicas iban muy bien, aunque como lo predijo Rocio el príncipe seguía visitando el barco parecía buscarme algo pero no lo había encontrado en esos días el príncipe se veía diferente... parecía una persona totalmente, distinta a la que conocieron semanas atrás. Además Anyu aun se creía la capitana del barco, las demás no le tomaban mucha importancia Lilibeth y Lili aun tenían algunas diferencias ya que su reencuentro, no fue el más agradable los piratas le servían como sus fueles sirvientes, aunque algunos tenían cierta inconformidad por la humillación que había sufrido su antiguo capitán, claro que odiaban bañarse todo el tiempo aunque podían hace lo que ellos quisieran tenían mas cosas que antes, pero eso no era suficiente para piratas ladrones...
Así que ellos pensaban que tendrían que buscar una solución, a ese problema y es aquí donde planean atentar, bueno más bien secuestrar al príncipe Lysandro y cobrar una gran suma de lingotes de oro... pero el problema más grande era el escudero, de la familia real ósea Castiel tendrían que pensar en cómo hacer así que recordaron, que la hermana gemela de Lili se había encaprichado con aquel chico de ojos grises.
– ¿Amu estás segura de lo que estás diciendo? – Lynn aun miraba fijamente a su amiga, que se encontraba frente a ella
–Si Lynn estoy hablando en serio, pero ya casi no lo recuerdo eso paso mucho antes de que nuestro barco fuera atacado, por piratas y yo fuera a dar a la isla donde estaba la aldea– Amu y Lynn mantenían una conversación, del pasado de Amu la cual contaba cosas que casi había olvidado
–Si pero aun entiendo que nunca te buscara, que recorriera todos los siete mares para encontrarte – Lynn no se creía lo que estaba escuchando, en cierta forma era como volver a escuchar su historia solo que con la diferencia, de que ella si la recordaba ya que estaba bastante grande cuando, llego a la isla
–Tal vez si lo hizo, pero después de un tiempo se haya dado por vencido al no encontrarme ya han pasado muchos años desde entonces... seguro me dan por muerta pero no lo sé aun hay cosas que no puedo recordar bien, al igual que su rostro por más que lo intento no eh podido volver a recordar cómo era – Amu sentía cierta nostalgia Castiel le había hecho recordar, un pasado de sus recuerdos que había perdido, junto con sus padres sin darse cuenta aquel chico de ojos grises mas frio que el mar del sur. La habían hecho querer recuperar todo el pasado que había perdido.
Mas no recordaba el nombre de aquel chico, por más que lo intentara era comprensible había pasado demasiados, años de eso así que a demás de su pérdida de memoria, y su falta de recuerdos no le ayudaba mucho.

Continuara…


Bueno, como pueden ver ya vengo con la actualización de este fic y espero que les guste en esta ocasión no tengo mucho que decir así que nos leemos en el próximo cap. por cierto me disculpo por la mala ortografía y espero que me pueda, dar sus críticas constructivas ¿Comentarios?













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